miércoles, noviembre 01, 2006

Y eso que aún ni te dignas a aparecer


Es como si en medio del ensordecedor ruido me hubiesen dado palabras de paz silenciosa. Se detuvo el mundo un par de segundos, éste me invitó a pensar que no es tan malo después de todo.

¿Es tan real como lo pienso? ¡Si ni siquiera aún existe!

Pero la impaciencia me está matando, pero de una felicidad que nunca antes había experimentado.

Pese a todo lo que se está paseando por mi vida en estos momentos (y me refiero a un “todo” no muy agradable que digamos), esa vocecita muda canta en mis oídos. Me susurra dulzura e inocencia, aunque todavía no experimenta nada de lo que nosotros llamamos “concreto”.

Estoy volcando todas mis esperanzas en aquella utopía cobijada en un vientre, pero que dentro de nueve meses me tapará la boca con su aparición casi divina.

Ahora sé que debo reforzar mi ser como nunca antes lo había hecho: un serafín amateur con un alma recién construida se paseará dentro de un universo terrenal sin previa experiencia. Tengo que ser su guardaespaldas, he de cuidar sus emociones como la abeja cuida su miel. Y estoy segura de que esta miel es más dulce que la de las abejas.


De aquí en adelante me referiré directamente a ti. Sí, a quien se está bañando en ilusiones de un número de humanos que no haya la hora de que salgas de tu guarida. A quien anula en estos tiempos todos mis momentos de tristeza, porque lo único que he hecho desde que supe de tu futura existencia es pensar en ti. Y desde ya te digo que te amo, que te amaré siempre y que nunca nadie me separará de ti.

No sé quién eres ni qué esperas de mí, ¡ni siquiera sé qué es lo que espero yo de ti! Pero sea lo que sea, me des lo que me des, lo tomaré con todo lo que tenga y lo dejaré en un cofre bajo siete llaves, así nadie podrá arrancármelo y dejaré a un millón de mis guardianes imaginarios al lado de ese preciado tesoro que has de obsequiarme. Recopilaré cada mirada, cada risa, cada avance, cada contacto que tenga con tus manos, con tu piel, con tu vida.

Desde hoy mi vida está a tu disposición, has con ella lo que te dé la gana. Tienes mi voluntad a tu merced, porque mi amor se transformó en tu esclavo, en la dependencia más absoluta que el cariño pueda advertir.

Quiero que sepas que realmente posees gran fortuna: caíste en un par de vidas maravillosas, donde los sentimientos se pasean con una tranquilidad envidiable, con abundancia, con sano vaivén.

A ese par de vidas los admiro como cuan aprendiz se asombra de su maestro, es más, los amo y los retengo en mi mente como hábiles peldaños que debo alcanzar. A ellos los llamarás padres.

Te contaré un secreto, tal como el zorro le contó este secreto al Principito: “sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos. Los hombres han olvidado esa verdad, pero tú no debes olvidarla”.

En estos instantes estoy mirando con el corazón, porque puedo verte. Tú eres lo que para mí es esencial y aún eres invisible a mis ojos, con la única excepción de que cuando logre verte seguirás siendo mi esencia.

Me despido de forma momentánea, debido a que nunca te diré adiós. Esperaré con ansias tu sobresaliente participación estos nueve meses. Luego aguardaré el instante en que embellezcas mi vida con sólo saber que estás a mi lado.


Nunca me cansaré de decirlo: desde ya te amo.


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Gracias por transformar mis días. Han logrado que deje a un lado lo que me cegaba. Han iluminado mi cuerpo y le han regalado sangre nueva, la cual circula plenamente por mis venas. Los amo a los tres.

2 comentarios:

S A L V A D O R dijo...

jajaja...me salve!!!!...quizas el destino quizo que ese dia no nos vieramos......sabes quien es el padre,no??

Doñañoña Negra dijo...

Aclaracion:
el BB no es mio... VOY A SER TIA q es muy distinto...
aunque en todo kso es como si fuese mio pk ya lo amo muxo

eso