martes, octubre 24, 2006

Leche y cereales


Silencio.
Esto es lo que va quedando en los pasillos.
Estoy conviviendo con la mirada en el suelo.

Desde que comencé a concentrarme en los laberintos, éstos se burlan de mí. Y mutan. Ríen porque crecen y no tienen que tomar leche para ser grandes, ni menos comer cereales. A mí me dijeron eso cuando chica: para crecer debía tomar leche y comer cereales.

Creo que nunca comprendí su real significado. Yo quería crecer, pero dentro de mi mundo. Me daba igual robustecer mi masa ósea, menos ser la más alta de la fila en el colegio. Porque eso no es lo que te hace feliz ¿cierto?

Pienso que por ello hice caso omiso a las indicaciones de los mayores. Sigo buscando lo que engrandezca mi mundo. El espionaje es arduo, solitario, desorbitante.

Como dijo Antoine de Saint-Exupèry: "es tan misterioso el país de las lágrimas". El sol está empapado de ellas. Nadan muy tranquilas en el mar que formaron tras la victoria de laberintos ya crecidos. Y continúan creciendo...

Iré a la cocina. Cogeré la ingenuidad que alguna vez tuve cuando pequeña.
Disimularé creer en lo que me dijeron los grandes: buscaré un vaso de leche y cereales.
Puede que ahora sí crezca mi mundo interno
.

jueves, octubre 19, 2006

La dualidad coexistiendo con la intensidad


Creo que ya todos saben que si hay una palabra que me define es la dualidad. No sólo porque clínicamente pertenezco al grupo de los bipolares (cosa que para mí no resulta problema ni complicación), sino porque pienso que poseo cierta ventaja al poder ver el mundo con sus dos caras a la vez.

Mi vida corresponde a circuntancias y acciones dobles, que no suceden porque sí, que no parecen complementadas con su opuesto por nada. Siempre hay una razón en lo mío de existir por dos. Un claro ejemplo han sido estos últimos meses: mi vida ha dado vueltas en círculos y cuadrados, dejando a la geometría de cabeza y retándola a lo inusual.

Mis tendencias son algo autodañinas: ¿por qué tiendo a disfrazar lo que siento dándole otro significado a lo que me pasa, cosa que concretamente no es así? Me lo explico como una forma de autodefensa, de sobrevivir a esta selva humana de la que si no piensas antes de actuar, pierdes.

La fortaleza e independencia del resto son fundamentales en mi paso por esta experiencia terrenal. Sé que muchos dudan de esto y no lo reprocho: mis acciones tienden a representar vulnerabilidad, pero reitero lo dicho: es inevitable disfrazar lo que me concierne.
Lo anterior no quita una de mis mayores debilidades: la pasión y la intensidad con la que vivo mis experiencias. Califico esto como debilidad porque hay una fuerte predisposición por parte del ser humano a subsistir a medias, a no entregar un 200% por temor a fracasar, porque creen que van a sufrir un 400%. Y es verdad: la posibilidad de venirse abajo es constante pero, y si se triunfa ¿no es mejor disfrutar en un 400% también?

Opto por la vida intensa, a pesar de que bordee en el naufragio. Lo acepto. La mayoría se siente amenzado por aquella actitud mía, pero mi intención no es dañar ni ser una barsa: sólo quiero descubrir mis océanos y vivirlos detalladamente sin perderme los pormenores.