domingo, agosto 13, 2006

Doble filo en mis días

Los días se asoman frente a mi nariz, hacen un ademán de burla y se van. Doy vueltas en mi cama, trato de pensar qué es lo que estoy buscando, qué lo que espero obtener de todo esto. Tras no obtener respuesta, continúan los sermones de mi almohada: jura de rodillas que es la indicada para sacarme este embrollo de encima. No comprende que no puede emitir juicios, debido a que ella también ha sido parte de trozos de tiempo acumulados tratando de descifrar.
Otorgarle razón a las instancias, para así vivir.
Rezarle sabiamente a la apariencia. Total, qué más da: nadie la conoce realmente.
Seguir jugando a lo que todos creen conocer. ¿Sabías que los cristales nunca reflejan la exactitud en su 100%?
Tragarme la desesperanza y los deseos de explotar. Vivir de un orgullo seguro, de falsas arritmias.
Flotar en pasos desafiantes, en tonos confiados.
La mesa está servida. Mi vida pende del mantel que asoma a través de ironías.

Un cuchillo en la mesa. Qué dices: ¿con o sin filo?

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