lunes, noviembre 27, 2006

Prisa, calma, intentos y perfección (vaya mezcla)


Sin ganas de ganarle a la prisa.
Sin ganas de competir con la calma.
Sin ganas de perseguir intentos.
Sin ganas de patear lo que solía ser perfecto.

Con prisa.
Con calma.
Con intentos .
Con supuesta perfección.
¿Qué va?
¿Si nada de esto tiende a volverme adicta a ellos?

Y tal vez la prisa me apresure.
Y tal vez la calma me apacigüe.
Y tal vez los intentos me den esperanzas.
Y tal vez la perfección resuelva mi vida por defecto.

Causa número uno: congelar la prisa.
Causa número dos: volver esquizofrénica a la calma.
Causa número tres: derrotar a los intentos.
Causa número cuatro: bajarle el ego a la perfección.
Resultados obtenidos: ...

Prisa anda tan apurada que no la alcanzo.
Calma se está tan quieta junto a la conversa con aquel caracol.
Intentos yacen tan ensimismados en sus esfuerzos.
Perfección no tiene espacio para admirar a lo que no está a su altura.

Sobre tacones que atrasan el camino veloz de los rieles de mi cama.

"¡Deprisa doña calma que el señor intentos quiere pasar al burdel antes de conocer al sumo pontífice Perfección!"

1 comentario:

Laura dijo...

Sos rara